lunes, 14 de septiembre de 2015

El CON-JUNTOS, UNA MANERA DE RELACIONARNOS CON EL CABALLO



Una forma de establecer un modo de relación con el caballo, se estructura sobre la base de tres ejes: cooperación, colaboración y conjunto, estas tres simples palabras definen desde mi entender la mejor manera de relacionarnos con el caballo, comprendiendo que nuestra relación debe partir en igualdad de intercambios y si bien es cierto, que ellos pueden ser nuestros caballos, no es menos cierto que nosotros somos sus humanos, aunque suene cómico. La interdependencia se puede verificar en los distintos tipos de realizaciones que se dan entre caballos y humanos, algunas deportivas, otras laborales, otras educativas e incluso curativas o de rehabilitación, sin duda que en estas relaciones que se establecen entre caballos y humanos, fácilmente pueden verse contaminadas por las características de la relacionalidad humanas, entendamos que entre las personas vamos a encontrar siempre  relaciones patológicas o relaciones sanas, que se pueden presentar como extremos opuestos en los cuales nos movemos en términos, justamente de como establezcamos estas relaciones, con el caballo es lo mismo, incluso puede presentarse de manera muy expresiva, apelando a su nobleza que le permite aceptar incondicionalmente, sus capacidad de aprendizaje y de aceptación puede ser tal que algunos ejemplares terminan absolutamente doblegados e indefensos frente a la exigencia humana, bueno, como muchos humanos también.

El CON-JUNTOS como modo de establecer nuestras relaciones con el caballo nos coloca lado a lado, así literalmente, CON ellos y JUNTO a ellos, hemos encontrado con mis colaboradores que esta forma de hacer es la forma práctica de manifestar la idea de ser co-constructores de una nueva realidad con los caballos, donde la idea de binomio del deporte de la equitación acá se realiza en  las demás prácticas asistidas con caballos, tanto en la rehabilitación como en la actividad recreativa, esto surge desde la práctica de realizar tareas de manera conjunta y de crear nuevas formas de convivencia también de manera conjunta, aquí es donde entran los otros conceptos: La COLABORACIÓN, como una forma de co-elaborar, transformar a través del trabajo u obtener algo nuevo  y la COOPERACIÓN como una forma de co-operar en el sentido de realizar, llevar a cabo algo, entre varios o de manera conjunta con un propósito definido. En donde el termino ¨Co¨ hace referencia a  unión o compañía. Visto de esta forma, este enfoque de el CON – JUNTOS se presenta casi como un meta-modelo de relacionalidad entre caballos y humanos toda vez que intentamos unidos como co-constructores, como co-terapeutas transformar una realidad (co-elaborar) y realizar diversas tareas (co-operar) con y juntos a nuestros caballos, incluso nuestros usuarios, dejando que el SER fluya desde esa sincronía de nuestro cerebro y corazón, en una relación llena de intercambios amorosos, sanos y revitalizadores. Esta forma de trabajar con nuestros caballos va sin duda alguna a contramano de la ortodoxia y si bien es cierto que al principio era visto como bicho raro, ahora se nos acercan a preguntar, a mirar, incluso nos piden consejos. Pero como se llega a esto, básicamente por necesidad. Influenciado por el tema de los susurradores de caballos y La doma racional y por la necesidad de realizar mis terapias ecuestres sin colaboradores, ni voluntarios, (en mis inicios no había mucho dinero), comienzo a trabajar solo, cumplía los tres roles: cabestreador, sidewalker y terapeuta, claro mi primer caballo es un maestro, él ya tenía experiencia en terapias, al poco tiempo comienzo a darme cuenta que no necesito llevarlo y comienzo a guiarlo con palabras, gestos o pequeños toquecitos en su cuello, pudiendo ocuparme plenamente del usuario, eso lo transfiero a otros caballos con los mismos resultados. A partir de esto comprendo que no hay adiestramiento, el caballo va suelto la mayoría del tiempo, para mí es un aprendizaje y una disposición para realizar una tarea en  CON – JUNTOS

domingo, 13 de septiembre de 2015

LA MANIFESTACIÓN DEL FLUIR EN LA MONTA NATURAL



















LA MANIFESTACIÓN DEL FLUIR EN LA MONTA NATURAL

En la monta natural podemos experimentar de manera concreta el fluir de la naturaleza, del movimiento y  de la vida, y por otra parte verificar como nuestras creencias y prejuicios resultan verdaderos bloqueos para este fluir.  
Csikszentmihalyi  denomina «fluir» a un estado de conciencia casi automático, sin esfuerzo, aunque sumamente concentrado en el que se consigue un desempeño óptimo. La persona que entra en este estado, muestra perfecto control de lo que está haciendo y sus respuestas se ajustan a las exigencias dinámicas de la tarea, no se preocupa de cómo está actuando, la motivación proviene del placer del acto mismo, la conciencia se funde con el hacer.
En el fluir entramos a  un estado de concentración y auto-olvido que trasciende al miedo y al aburrimiento. Estamos tan involucrados en la actividad, que se vuelve espontánea y dejamos de sentirnos independientes de su dinámica. La neguentropía psíquica, o el fluir, denota un estado ordenado de conciencia, emociones positivas y la capacidad para dedicarse a una actividad intencional.
 La autoconciencia desaparece: la conciencia del «yo »es una carga para el proceso del ser, «en el fluir estamos demasiado absortos en lo que estamos haciendo para preocuparnos de proteger el ego.»
El sentido del tiempo desaparece: en el fluir olvidamos el tiempo, las horas pasan en lo que parecieron sólo minutos. El tiempo depende de la experiencia por la que estamos pasando.
La actividad se hace «autotélica»: disfrutamos de la experiencia, cuando encontramos lo divertido de lo que estamos haciendo, sea lo que sea. «autotélica» es una palabra griega que significa un fin en sí mismo, no hay un fundamento ni económico, social o racional, solo disfrutamos lo que estamos haciendo. Entonces  es posible, con la práctica, el cultivo de una personalidad autotélica, capaz de convertir las amenazas potenciales en desafíos agradables.
En el estado de flujo, existe una relación precisa entre las zonas activas y las exigencias de la tarea. En este estado, incluso el trabajo difícil puede resultar refrescante o reparador, en lugar de agotador.
Para entrar en este estado de flujo es necesario cumplir ciertas premisas:
·        Concentrarse o enfocarse intencionadamente en la tarea a realizar, «la concentración elevada es la esencia del estado de flujo.»
·        Centrar la atención para entrar en el estado de flujo, esto es  focalizar la atención.  requiere práctica, pero cuando éste se consigue, las distracciones externas se interrumpen y la entropía psíquica se transforma en negentropía. Se trata de serenarse y concentrarse en la tarea, cuando la concentración se consolida disminuye la turbulencia emocional y lo difícil comienza a resultar fácil. «Cuando una persona está ocupada en una actividad que capta y retiene su atención sin esfuerzo, su cerebro se tranquiliza en el sentido que produce una disminución de la excitación cortical.»
·        La motivación se consigue a través de desafíos creativos, cuando la persona encuentra una tarea para la que tiene habilidades y se compromete en ella a un nivel que en cierto modo pone a prueba su capacidad. Con la práctica el fluir va re-ordenando la conciencia, y comenzamos a tener más control sobre nuestra energía psíquica.
Entrar en este estado de fluir a través de la monta natural recreativa, implica soltarse, dejarse llevar por los movimientos del caballo, no poner resistencia, eso es no apretarse, ni agarrarse,  esta es la única forma de responder a las reacciones naturales del caballo, de conectarse y unirse a él, para ir formando el binomio. Hablamos de aceptación y confianza.  Por esto es que debe haber un desprendimiento de la actividad mental y de la influencia de todo contenido psico afectivo que bloquee el fluir. En el marco de la monta natural este fluir tiene relación con nuestra postura corporal y con la actividad motriz de nuestro cuerpo durante el  proceso de monta, fluir en este caso será estar flexibles, relajados y atentos a los movimientos del caballo, reaccionando a ellos de manera espontánea, irreflexiva y consientes. El estado de flujo o el fluir tiene un doble efecto, uno, nos permite dejar atrás nuestros miedos y prejuicios y dos nos obliga a ir a hacia nuestros  miedos y prejuicios para llegar al estado de fluir. Aquí se da algo interesante, nos concentramos en la tarea, pero nuestra atención se focaliza en todo lo que está sucediendo, con nosotros, con el caballo, con el entorno, comenzamos a percibir lo que nos rodea como un todo relacionado y en interacción, comenzamos a fluir.