LA MANIFESTACIÓN DEL FLUIR EN LA MONTA NATURAL
En la monta natural podemos experimentar de manera
concreta el fluir de la naturaleza, del movimiento y de la vida, y por otra parte verificar como
nuestras creencias y prejuicios resultan verdaderos bloqueos para este fluir.
Csikszentmihalyi
denomina «fluir» a un estado de
conciencia casi automático, sin esfuerzo, aunque sumamente concentrado en el
que se consigue un desempeño óptimo. La persona que entra en este estado,
muestra perfecto control de lo que está haciendo y sus respuestas se ajustan a
las exigencias dinámicas de la tarea, no se preocupa de cómo está actuando, la
motivación proviene del placer del acto mismo, la conciencia se funde con el
hacer.
En el fluir entramos a un estado de concentración
y auto-olvido que trasciende al miedo y al aburrimiento. Estamos tan
involucrados en la actividad, que se vuelve espontánea y dejamos
de sentirnos independientes de su dinámica. La neguentropía
psíquica, o el fluir, denota un estado ordenado de conciencia,
emociones positivas y la capacidad para dedicarse a una actividad intencional.
La autoconciencia desaparece: la conciencia
del «yo »es una carga para el proceso del ser, «en
el fluir estamos demasiado absortos en lo que estamos haciendo para
preocuparnos de proteger el ego.»
El sentido del tiempo desaparece:
en el fluir olvidamos el tiempo, las horas pasan en lo que parecieron sólo
minutos. El tiempo depende de la experiencia por la que estamos pasando.
La actividad se hace «autotélica»:
disfrutamos de la experiencia, cuando encontramos lo divertido de lo que
estamos haciendo, sea lo que sea. «autotélica» es una palabra griega que significa un
fin en sí mismo, no hay un fundamento ni económico, social o
racional, solo disfrutamos lo que estamos haciendo. Entonces es posible, con la práctica, el
cultivo de una personalidad autotélica, capaz de convertir las amenazas
potenciales en desafíos agradables.
En el estado de flujo, existe una
relación precisa entre las zonas activas y las exigencias de la
tarea. En este estado, incluso el trabajo difícil puede resultar refrescante o
reparador, en lugar de agotador.
Para entrar en este estado de
flujo es necesario cumplir ciertas premisas:
·
Concentrarse o enfocarse intencionadamente en la
tarea a realizar, «la concentración elevada es
la esencia del estado de flujo.»
·
Centrar la atención para entrar en el estado de flujo, esto
es focalizar la atención. requiere práctica, pero cuando éste
se consigue, las distracciones externas se interrumpen y la entropía
psíquica se transforma en negentropía. Se trata de serenarse y concentrarse
en la tarea, cuando la concentración se consolida disminuye la turbulencia
emocional y lo difícil comienza a resultar fácil.
«Cuando
una persona está ocupada en una actividad que capta y retiene su atención
sin esfuerzo, su cerebro se “tranquiliza” en el sentido
que produce una disminución de la excitación cortical.»
·
La motivación se consigue a través
de desafíos creativos, cuando la persona encuentra una tarea para la
que tiene habilidades y se compromete en ella a un nivel que en cierto modo
pone a prueba su capacidad. Con la práctica el fluir va re-ordenando la
conciencia, y comenzamos a tener más control sobre nuestra energía
psíquica.
Entrar en este estado de fluir a través de la monta natural recreativa, implica
soltarse, dejarse llevar por los movimientos del caballo, no poner resistencia,
eso es no apretarse, ni agarrarse, esta
es la única forma de responder a las reacciones
naturales del caballo, de conectarse y unirse a él,
para ir formando el binomio. Hablamos de aceptación y
confianza. Por esto es que debe haber un
desprendimiento de la actividad mental y de la influencia de todo contenido
psico –afectivo que bloquee el fluir. En el marco de la
monta natural este fluir tiene relación
con nuestra postura corporal y con la actividad motriz de nuestro cuerpo
durante el proceso de monta, fluir en
este caso será estar flexibles, relajados y atentos a los
movimientos del caballo, reaccionando a ellos de manera espontánea, irreflexiva y consientes. El estado de
flujo o el fluir tiene un doble efecto, uno, nos permite dejar atrás nuestros miedos y prejuicios y dos nos obliga
a ir a hacia nuestros miedos y
prejuicios para llegar al estado de fluir. Aquí se
da algo interesante, nos concentramos en la tarea, pero nuestra atención se focaliza en todo lo que está sucediendo, con nosotros, con el caballo, con
el entorno, comenzamos a percibir lo que nos rodea como un todo relacionado y
en interacción, comenzamos a fluir.
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